martes, 22 de diciembre de 2015

POEMA "LA SEGUNDA VENIDA" - WILLIAM BUTLER YEATS

La Segunda Venida 

William Butler Yeats




Girando y girando en el creciente círculo
El halcón no puede oír al halconero;
Todo se deshace; el centro no puede sostenerse;
Mera anarquía es desatada sobre el mundo,
La oscurecida marea de sangre es desatada, y en todas partes
La ceremonia de la inocencia es ahogada;
Los mejores carecen de toda convicción, mientras los peores
Están llenos de apasionada intensidad.

Seguramente alguna revelación está cerca;
Seguramente la Segunda Venida está cerca.
¡La Segunda Venida! Apenas pronunciadas esas palabras
Cuando una vasta imagen del Spiritus Mundi
Inquietó mi vista: en algún lugar en las arenas del desierto
Una forma con cuerpo de león y cabeza de hombre,
Una mirada vacía y despiadada como el sol,
Mueve sus pausados muslos, mientras por doquier
Circundan las sombras de las indignadas aves del desierto.
La oscuridad cae de nuevo; pero ahora sé
Que veinte siglos de un pétreo sueño
Fueron contrariados hasta la pesadilla por el mecer de una cuna,
¿Y qué tosca bestia, cuya hora llega al final,
Cabizbaja camina hacia Belén para nacer?


EL SIMBOLISMO DEL ROBLE Y EL MUÉRDAGO

El roble y la rama dorada

Reflexiones simbólicas a partir de un video de Neil Bromhall en time-lapse en el cual puede apreciarse el proceso de una bellota que empieza a transformarse en un pequeño roble. Les acompaña un fragmento del Quijote sobre la Edad de Oro.

En toda Europa, el quercus, un genérico que designa tanto al roble como a la encina, ha sido considerado desde la antigüedad como un árbol mágico que en algunos tratados sobre simbolismo representa la sabiduría.  Sus frutos, las bellotas, de cáscara dura, se tienen por los frutos de la sabiduría.  Y ello quizá se deba a su relación con otro fruto de cáscara dura llamado en hebreo lutz, (almendra, nuez) que aparece en la visión de Jacob. Según la cábala, lutz es un núcleo indestructible que se sitúa en la base de la columna vertebral del hombre, de donde ha de surgir la vida nueva, que en la historia de Jacob se representa por la escalera que une la tierra con el cielo. A partir de esta idea podemos entender simbólicamente el vídeo de Neil Bromhall, en él puede apreciarse como la semilla comienza a abrirse durante los meses de invierno, en enero comienza a surgir la primera raíz, en febrero el primer brote comienza su ascenso hacia el exterior, saliendo a la superficie en marzo, ese mismo mes y en abril ya forma sus primeras hojas.

El hombre antiguo se dio cuenta muy pronto de que el roble atraía de manera particular al rayo, y este hecho le procuró un carácter divino. No se debe olvidar que el rayo en la mayoría de culturas es el símbolo de la bendición, así por ejemplo, el vocablo mágico ABRACADABRA que sirve para abrir las cosas cerradas podría traducirse por el rayo (baraq) como la palabra (dabar), cosa que se interpreta como que el rayo divino abre palabra perdida, que como una semilla, lutz, yace enterrada en el ser humano, el Verbo dimissum del que habla la masonería.

Quizá por eso, por ser un imán para el fuego celeste, el roble se convirtió en un árbol consagrado a Zeus, el señor de los truenos y los rayos y más tarde a Júpiter y a Juno, su esposa. A ambas divinidades se les dedicaban  grandes coronas confeccionadas con ramas de roble.

A partir de lo dicho es lógico que además este árbol estuviese vinculado a los misterios de la palabra como sucedía en el oráculo de Dodona consagrado a Zeus. En el Fedro de Platón, se dice lo siguiente respecto a este árbol: “Es una tradición, estimado amigo, del santuario de Zeus en Dodona que de un roble salieron las primeras revelaciones proféticas”. Y Ovidio también se refiere a robles que hablan. “La comarca de Dodona con sus robles (quercu) parlantes” (Metamorfosis XIII). Por otro lado Apolodoro cuenta que Atenea puso en la proa de la nave de los Argonautas “un madero dotado de voz” que ella misma había tallado y que procedía del robre de Dodona y que servía de oráculo para Jasón.

Precisamente a causa del roble parlante colocado en la nave Argo, los alquimistas han considerado esta expedición como una alegoría de la búsqueda de la piedra filosofal. En este sentido es necesario recordar que la alquimia ha sido considerada “la hermana de la profecía”,[1] es decir, que la obra alquímica y la profética se refieren al mismo misterio. También según Pernety, la etimología del nombre Jasón, “que quiere decir el arte de curar” sería suficiente para considerar plausible la opinión de los alquimistas.

Es conocido que en alquimia un roble hueco simboliza la imagen el atanor, y, por eso, en muchas fábulas alquímicas se habla de este árbol hueco en el que se cuece la materia virginal de los filósofos.  El mismo diccionario de Pernety explica la lucha de Cadmo con el dragón como sigue: “Cadmo traspasó al dragón que había devorado a sus compañeros con una lanza y lo fijó en un roble hueco… La lanza que empleó Cadmo es el fuego, la serpiente significa el mercurio, el roble hueco es el horno secreto de los sabios…”.

   roble de saturmix

El muérdago y la rama dorada

En las ramas del roble crece el muérdago, que para los pueblos nórdicos, era dónde residía su vida, pues, cuando caían sus hojas, el muérdago conservaba su verdor.  El hecho de que esta planta creciera en el aire y no en la tierra, “le valió un carácter místico, complementario con el terreno y bien enraizado roble”. [2]

Según Plinio, la verdadera razón por la que los druidas adoraban el muérdago era porque la creían una planta caída del cielo, dando así la señal de que el árbol sobre el que caía era el elegido del dios mismo. Frazer llega a decir que los robles eran sagrados: “porque cada uno de aquellos árboles no sólo había sido fulminado por el rayo sino que tenían entre sus ramas una emanación visible del fuego celestial, así que cortando el muérdago con ritos místicos, se aseguraban para sí mismos las propiedades mágicas del rayo”.

La creencia que el muérdago es la manifestación de la vida ígnea del roble estuvo extendida en multitud de pueblos de tal modo que se usaba la madera de roble para encender el fuego por la cantidad que de este elemento contenía en su interior,  y alguna tribu americana cuando quería incendiar las casas de los colonos usaba flechas de roble por este mismo motivo.

Quizá sea esta la razón por lo que el muérdago haya sido identificado a la famosa Rama Dorada, pues en la visión popular esta planta brilla en ciertos momentos con un resplandor dorado sobrenatural. Ello unido a la creencia de que el muérdago era la manifestación del fuego de un árbol especialmente ígneo, un elemento simbólicamente relacionado con el oro hizo que la Rama dorada se identificara con el muérdago. El mismo Virgilio realizó esta comparación; el poeta cuenta en la Eneida como dos palomas guiaron a Eneas al tenebroso valle en cuyas profundidades crecía la Rama Dorada, después Virgilio describe la Rama Dorada creciendo sobre una encina o un roble, quercus, y la compara con el muérdago. Para los alquimistas es el símbolo de la materia de los sabios, que los héroes míticos tanto se esfuerzan por encontrar.

Según Dom Pernety en sus “Fábulas egipcias y griegas”, el árbol en el que se encuentra la Rama Dorada es el mismo donde estaba suspendido el Toison de oro que provocó el viaje de los argonautas. Este árbol no es difícil de encontrar, la dificultad consiste en arrancar sus frutos pues o bien se halla custodiado por un terrible dragón, o bien deben cortarse sus ramas de un modo especial o, incluso debe ser una deidad que la ofrezca al ser humano. No es difícil de encontrar pues, al igual que la primera materia de los alquimistas, se halla a la vista de todos, y precisamente se desprecia y no se tiene en cuenta porque es demasiado común.  Sin embargo, ni la fuerza ni el hierro pueden arrancarlo, recordemos que los druidas necesitaban de una hoz de oro y sólo puede lograrlo la ciencia de la obra hermética.  Pernety llega a afirmar lo siguiente: “Esta rama es la misma que aquella planta denominada molly, que  Mercurio da a Ulises para librarse de las manos de Circe”. Y es también el presente que Proserpina quiere que se le ofrezca, para que Eneas pueda salir del infierno.


    The Golden Bough by British painter J. M. W. Turner

[1] cf. R.  Arola, Alquimia y religión, Siruela, 2008, p. 70
[2] R. Andrés, Diccionario de música, mitología, magia y religión, Acantilado, 2012, p. 1424
FUENTE: ARS GRAVIS

viernes, 20 de noviembre de 2015

EL ÉXODO DE RUMI AL MUNDO DE LA ETERNIDAD - EL PENSAMIENTO DE RUMI

El Éxodo de Rumi al Mundo de la Eternidad
Extraido del libro El Pensamiento de Rumi

No podría atreverme a emplear expresiones como «muerte», «fallecimiento» o «reunión con Dios» para Rumi, quien alcanzó el secreto del hadiz «Muere antes de morir» y que se evadió a sí mismo en Dios mientras estaba vivo, así que elegí considerar la partida de Rumi de este mundo mortal al mundo de la eternidad como un éxodo.

Los sesenta o setenta años de bendita, sagrada y honorable vida de Hudavendigar, nuestro maestro, Sultan al-Ashiqin («sultán de los enamorados de Dios») habían venido y se habían marchado. Las contadas inspiraciones y espiraciones determinadas para cada mortal habían llegado a su término. El distinguido Mesnevi estaba completo y Rumi se hallaba cansado. El dolor de su infancia junto a su padre Sultán al-Ulama, los años de emigración en dificultades físicas y espirituales, sus años de educación en Damasco y Alepo apartado de su familia, las perdidas de su madre, su padre y de su estimado Sheij Sayyid Burhan al-Din habían hecho mella en él. Además, la pérdida de sus amigos íntimos Shams y Salah al-Din, la falta de respeto que había recibido por parte de su cercano hijo Ala al-din Çelebi, las críticas de algunos, las habladurías que habían alcanzado sus oídos, sus continuos esfuerzos, la veneración y el ascetismo lo habían fatigado. Estaba pasando sus últimos momentos en continua reflexión. Este gran santo se concentraba en sí mismo y estaba encontrando la tranquilidad eterna y la paz interior que buscó en sí mismo.

Cierto día la esposa de Rumi señaló: «Sería necesario que se le concediera a Hudavendigar una preciada vida de trescientos o cuatrocientos años para que colmara este mundo con verdad y significado». Al oír esto Rumi contestó a su mujer: «¿Por qué, por qué si no somos el Faraón ni asimismo Nimrod? ¿Qué tenemos que hacer en este mundo terrenal? ¿Cómo podemos conseguir paz y estabilidad en este mundo mortal, el mundo material? Nos han alojado en la prisión del mundo para que se liberen a unos pocos prisioneros. Se espera que volvamos pronto ante la presencia del más estimado amigo de Dios, nuestro Profeta».

Permanecí en esta prisión del mundo por el bien de los demás.
Pero, ¿dónde se halla la prisión? ¿dónde me encuentro?
¿Qué sustraje para que llegaran a enviarme a prisión?

Rumi sintió que su preciosa vida estaba llegando a su fin y recitaba de cuando en cuando poemas conmovedores sobre la muerte, haciendo llorar a todos aquellos que se hallaban a su alrededor. No podría continuar sin compartir algunos de dichos poemas con el lector:

¡Oh pájaro que te fuiste volando de esta estrecha jaula del cuerpo! Te llevaste todas tus posesiones y ascendiste a las alturas de los Cielos. Tras esto, contempla un nuevo y fresco rejuvenecimiento, una nueva vida vendrá, ¿hasta cuándo vas a continuar esta
vida desorganizada, esta miserable vida en la Tierra? La muerte es en realidad la vida de este mundo. La muerte que nos asusta es la misma vida, de hecho. Pensar lo contrario, es decir, considerar que la muerte es aniquilación en lugar del nacimiento en un mundo diferente es falta de fe.

Si Dios derriba la casa del cuerpo, no os lamentéis, no os quejéis. Sabed bien que estáis en realidad encarcelados en la prisión del cuerpo. Cuando llegue la muerte y ese lugar se derrumbe os liberaréis. (39) «Oh alma mía, se da una alegría oculta, una vida feliz escondida más allá de esta cubierta de tierra». Detrás de la cubierta ocultando todo hay cientos de bellos Josés. Cuando la existencia material, este cuerpo físico desaparece, el espíritu que es tu ser real permanece. ¡Oh espíritu que eres infinito, Oh cuerpo que eres mortal! Si quieres saber cómo acontece esto, mírate a ti mismo cada noche. Cuando duermes tu cuerpo parece que está muerto. Pero tu espíritu está extendiendo sus alas sobre los jardines del Paraíso. (40) ¿Cómo no puede el espíritu elevarse hacia los Cielos cuando se le está diciendo, «¡Oh mi siervo, ven!», con una llamada muy dulce del Creador de este Universo y de cada ser vivo, el poseedor de Majestad y Belleza?
Cuando el sonido de las olas alcanza los oídos de un pez apartado del limpio mar y que
ha caído en la seca tierra no saltaría este pez inmediatamente al mar, su verdadera tierra natal. Bajo la luz del Sol de la eternidad que salva su alma de la aniquilación, ¿cómo no podría un sufí estremecerse como un átomo y bailar? ¡Cuán desafortunado, cuán apenado y cuán perdido es aquel que no puede encontrar, conocer y amar al Ser
Supremo que es tan Benevolente, tan Bello, tan Hermoso y fuente de la vida! ¡Oh pájaro del espíritu! Te han purificado de tus ambiciones y pecados. Te han liberado de la jaula de tu ego (nafs). Tus alas espirituales se han extendido, ¡ven! ¡vuela otra vez al lugar de donde has venido, vuela a tu tierra natal, vuela! (41) ¡Oh aquellos que ahora estáis separados de vuestras jaulas, enseñad vuestra faz de nuevo, apareced y decir dónde habéis estado! El barco de tu cuerpo ha naufragado en ese mar. ¡Oh aquellos que han sido arrojados al mar de la muerte como un pez, si tan sólo por un momento, salierais del agua y os mostrarais!

¿Se os ha machacado en el mortero de los días y os habéis convertido en sal como perlas que se han molido? Pero esta sal es el bálsamo del ojo de aquellos que están buscando la verdad. Para ver bien colocaros ese bálsamo en vuestros ojos, ponéroslo. ¡Oh aquellos que vinisteis a este mundo naciendo en el mundo de los espíritus! ¡No tengáis miedo cuando venga la muerte! Esto no es la muerte, es el segundo nacimiento, naced, naced para el Más Allá». (42)

Enamorados de Dios que morís sabiendo la verdad derretida como azúcar en presencia
del Amado.

Aquellos que bebieron el Agua de la Vida en la Asamblea del Alast, (43) en el mundo de los espíritus, mueren de una forma diferente.

Aquellos que saben del Más Allá, aquellos que se reúnen en el amor de Dios no mueren
como el resto de las multitudes.

Los enamorados de Dios sobrepasaron incluso a los ángeles en claridad y pureza. Por lo tanto, morir en otra categoría que no sea ésta se halla lejos de ellos.

¿Piensas que los leones mueren enfrente de la puerta como los perros? Si los enamorados de Dios mueren en el camino del amor, el rey de los espíritus les da la
bienvenida.

Los enamorados de Dios que se convierten en el espíritu de cada uno y que se saben poseedores el mismo espíritu, el mismo regalo, mueren con el amor de cada uno.

Los enamorados vuelan hacia los Cielos mientras que los que no creen mueren en las profundidades del Infierno.

Cuando están muriendo, los ojos de los corazones de los enamorados de Dios se abren y contemplan el mundo oculto.

Otros mueren ciegos y sordos con miedo a la muerte.

Cuando llega la hora de morir aquellos que pasaron las noches en devoción y sin dormir por miedo a Dios mueren sin temor y placenteramente.

Aquellos que se centran tan sólo en cosas materiales y se preocupan sólo de comer y
beber se convierten en algo parecido a bueyes y burros, y mueren de la misma forma.

Aquellos que no quieren apartarse del campo de visión de Dios mientras están vivos y
buscan su protección mueren con alegría sonriendo a dicha visión divina.

El rey del espíritu les lleva al regazo del favor. No mueren de un modo normal o en último extremo vil.

Aquellos cuyo carácter y morales se asemejan a los de Mustafa sucumben como Abu
Bakr y Omar.

En realidad, la muerte está lejos de los enamorados de Dios. Ni mueren ni se aniquilan.

Estoy expresando estas palabras para describir como morirían si hubieran muerto. (44)

Finalmente, el fatigado cuerpo de Rumi cayó en manos de su última enfermedad. La fiebre nunca abandonó a Rumi. Entre sus estimados amigos, los galenos Akmal al-Din y Gazanferi estuvieron a su lado todo el tiempo. Aun así nunca pudieron entender su enfermedad. Su cuerpo estaba ardiendo. Solía poner su mano en la taza llena de agua que había cerca de su cama y se llevaba algo de agua a la frente.

Durante el tiempo que estuvo postrado en la cama, acontecieron terremotos durante siete días y noches. Las paredes de muchas casas y jardines se derrumbaron. Había caos en el mundo. Después del séptimo terremoto, la gente corrió hacia Rumi y le pidieron que rezase. Rumi sonrió y dijo: «No tengáis miedo, la pobre tierra tiene hambre. Quiere un bocado grande. Es necesario que se lo demos». Y empezó a decir su último deseo a aquellos presentes: «Os aconsejo que tengáis miedo de Dios en público y en secreto. Os aconsejo comer y dormir poco, absteneros de pecados, continuar ayunando y rezando, apartaros de la lujuria, persistir y sed pacientes en contra de toda extorsión y maltrato llevada a cabo por los demás, evitad estar con gente ignorante y con aquellos que están preocupados con satisfacer sus deseos, permaneced en compañía de gente generosa y buena. Puesto que las mejores personas son aquellas que son provechosas a otra gente. El mejor de los dichos es aquel breve y conciso». Rumi se estaba preparando para su éxodo. Era necesario abandonar la casa y dirigirse al Más Allá. Rumi se estaba preparando para dejar la casa de este mundo.

Ese día Sheij Sadr al-Din Konavi llegó a visitar a Rumi con sus derviches más prominentes. Mostró gran respeto a Rumi. Lo sentía mucho, y expresando sus deseos señaló: «¡Qué Dios te cure pronto! ¡Que esta enfermedad sea la causa para que tu nivel en el Más Allá aumente! Si Dios quiere, tendrás pronto buena salud. Rumi es el espíritu de los mundos. Merece estar sano». Rumi contestó: «Después de esto, que Dios te cure. Entre el enamorado y el Amado queda sólo una camisa con un revestimiento muy fino. ¿No quieres que la luz sagrada se reúna con la luz sagrada?» y empezó a recitar esta oda:

¿Cómo sabrías qué clase de compañía majestuosa albergo dentro de mí? No mires a mi
pálida cara, poseo fuertes pies de hierro. He girado mi rostro completamente ante al Rey que me creó y me envió a este mundo. Ya que Él me ha creado tengo que agradecerle miles de veces.

En ocasiones me asemejo al sol y a veces al mar repleto de perlas. Incluso si parezco
un ser insignificante que ha sido creado de tierra por fuera, por dentro soy la criatura más honorable y más noble. En la aldea del mundo, emito zumbidos cual abeja. Mas no
contemples tan sólo mi zumbido, pues poseo una colmena repleta de miel. ¡Qué miedo
da el agua que hace rodar la noria! pero, soy la rueda de esa agua, sigo dando vueltas
en dicho medio liquido con dulces sonidos. Todas mis partículas están floreciendo, ¿Por qué debería extinguirme, porque debería decaer? El Buraq que se halla debajo de mí, tiene su silla de montar colocada y me está esperando. ¿Por qué debo ser el esclavo del burro? El escorpión no me clavó su aguijón en el pie. ¿Por qué debo estar lejos de la Luna? Tengo una vara fuerte. ¿Por qué no debería salir del pozo? Por la paloma del espíritu me convertí en paloma. ¡Oh pájaro de mi espíritu! ¡Vuela! Tengo cientos de fortalezas que son incluso más fuertes que está.

Incluso si alcanzo hogares y doy con mis huesos en casas, soy la luz del Sol del significado (la sabiduría). Nací de tierra y agua. Mi madre es el barro mas soy ágata, oro y rubí. Siempre y cuando veas una perla, dentro de esa perla, en su otra cara busca otra perla. Porque todos los átomos exclaman: «Tengo un tesoro escondido dentro de mí». Cada perla te está diciendo: «No estés contento con mi belleza. La luz que está brillando en mi rostro proviene de la luz que hay dentro de mi». Permaneceré callado, parece que no entiendes la verdad. No muevas la cabeza diciendo, «Tengo un ojo espiritual que ve y comprende». ¡No te engañes a ti mismo!

El sábado 16 de diciembre de 1273, se puede decir que Rumi se hallaba mejor.
Conversó con aquellos que vinieron a verle hasta el anochecer. Pero cada una de sus palabras era un deseo. Después, llegó la noche y Konya se sumergió en la oscuridad. Rumi estaba con sus amigos íntimos Husam al-Din Çelebi, su hijo Sultán Valad y los médicos. En aquellos días, Sultán Valad estaba débil porque comía y dormía muy poco. Esa noche estaba también muy cansado. Un poco antes de que llegase la mañana, Rumi miró a los llorosos ojos de su hijo y en voz baja le dijo: «Baha al-Din, estoy bien, ve y duerme un poco».

Sultán Valad no pudo contenerse. Sin poder casi controlar sus lágrimas se levantó.
Cuando estaba abandonando la habitación Rumi miró hacia atrás con ojos de pena y
recitó su última oda:

Ve y pon tu cabeza en la almohada. Déjame solo. Abandona a la persona triste que
camina en los alrededores por la noche en sumo ardor. Seguimos luchando entre las
olas del amor toda la noche, solos hasta el amanecer. Si quieres, vienes y nos perdonas.
Si quieres, nos puedes atormentar con tu separación. Te alejas de mí para que no tengas que enfrentarte a los mismos problemas que yo me enfrento. Dejaste el camino de los problemas y elegiste el camino de la salvación. Estamos arrastrándonos y lamentándonos en la esquina de la tristeza y derramando lágrimas. Si lo deseas, ven y construye cien molinos de agua con nuestras lágrimas. Tenemos un Amado inmisericorde cuyo corazón es tan duro como el granito. Mata a los enamorados pero nadie puede considerarle responsable. Para el rey de la belleza cumplir los acuerdos no es necesario. ¡Oh enamorado cuya faz se volvió pálida, ten paciencia y cumple tu acuerdo! Albergo una enfermedad dentro que sólo la cura la muerte. Me pregunto cómo puedo decir «¿Ven y cúrame de esta enfermedad?» Anoche en mi sueño vi a un anciano en las cercanías del amor. Me hizo señales con la mano queriendo decir, «Ven aquí, a nuestro lado». Si existe un dragón en el camino de la verdad, también concurre el amor cual esmeralda. Vence al dragón con la luz que emite la esmeralda del amor. Basta por ahora, no hables más, estoy inconsciente. Si posees algún talento conversa acerca de la historia de Abu Ali Sinan o menciona el consejo de Abu al-A'la al-Mu'arri. (45)

Rumi estaba en su lecho de muerte. Había tomado su primera inspiración cuando honró este mundo mortal en Balj años atrás y ahora iba a efectuar su última exhalación en Konya. Sus contados alientos medidos en bendiciones, amor y fe estaban a punto de terminar. Todavía se hallaba completamente consciente y tenía buena memoria. Probablemente, Husam al-Din Çelebi debió haber escrito en un trozo de papel de su puño y letra, con la sangre de su corazón, derramando lágrimas, esta última oda que Rumi recitó en el lecho de muerte. Sipehsalar narra los acontecimientos posteriores:

Tras esto, la salud de Rumi empeoró. Todas las personalidades notables le visitaron día y noche. Los galenos Akmal al-Din y Garanferi eran los mejores médicos de aquel tiempo y estaban tratando a Rumi. Ambos tomaban su bendito pulso, abandonaban la casa,
revisaban sus libros de medicina, trataban de diagnosticar y de nuevo volvían a su bendita presencia, tomaban su pulso y analizaban. Esta vez el pulso estaba latiendo de un modo diferente. Les pedí que viesen y que comprendieran el honorable estado de Hadrat Hudavendigar. Comprobaron que la diagnosis no era posible e intuyeron que la verdad del asunto era otra cosa. Comprendieron que la voluntad de Rumi se dirigía a otro mundo. Aquellos ocupados con el tratamiento junto con los otros presentes entristecieron. No podían dejar de lamentarse. Todo el mundo estaba angustiado e inquieto. La población de Konya había parado de trabajar y gente de las aldeas de sus alrededores llegaron a Konya. El sábado 17 de diciembre de 1273 cuando el sol salía por el horizonte, Rumi, el Sol del reino de los significados, también salía al mundo de la eternidad. Los ojos de Rumi se cerraron a este mundo mortal en Konya, la ciudad que había honrado durante cuarenta y cuatro años. (46)

Esa noche los amigos de Rumi hicieron sus obligaciones finales. Toda la población de Konya, jóvenes y ancianos, estaba presente en el funeral. Ya que Rumi fue un gran
santo tolerante y amante de la paz que hizo siempre el bien y deseó siempre lo bueno a todo el mundo, no sólo asistentes musulmanes sino también judíos y cristianos caminaron en su procesión, derramando lágrimas juntos por la perdida.

Todo el mundo estaba llorando y afanándose por encontrarse enfrente del ataúd así como detrás. La calle principal estaba completamente llena. Para tocar el ataúd aunque fuera una vez, la gente surgía desde incluso caminos poco frecuentados.

Los funcionarios y sirvientes encargados de la protección de las calles apenas podían establecer un poco de orden entre toda aquella muchedumbre. Las calles se hallaban tan llenas que el ataúd que salió de la casa por la mañana no pudo llegar al lugar donde se llevaba a cabo el rezo hasta el anochecer. Cuando se ubicó el ataúd sobre la piedra musalla, donde el rezo del funeral se llevaba a cabo, el responsable Mu'arrif llamó a Sadr al-Din Konavi: «¡Oh rey de los sheijs! Por favor ven, dirige el rezo del funeral, así lo pidió Rumi». Incapaz de controlarse, Tabip Akmal al-Din gritó: «Oh Mu'arrif muestra buenos modales. El rey de los sheijs es sólo Rumi».

Sadr al-Din dejó la multitud y se colocó enfrente del ataúd para dirigir los rezos. Tan pronto como empezó el rezo con la alabanza Allahu Akbar mdash;Dios es el Más Grandemdash;, la pena le embargó, derramó con gran aflicción lágrimas y cayó al suelo. Qadi Siraj al-Din vino y dirigió el rezo. Según el informe de Sipehsalar, cuando le preguntaron a Sheij Sadr al-Din el motivo de su desmayo respondió: «Cuando estaba
enfrente del ataúd para dirigir el rezo, vi que los ángeles habían formado una línea delante del ataúd. En aquel momento, perdí la conciencia».47

Tras los rezos, el ataúd fue portado de nuevo sobre las cabezas y se enterró en el lugar preparado, frente a las tumbas del padre de Rumi, Sultán al-Ulama y Salah al-Din
Zarqubi. El sol había empezado a ponerse. Fue una noche triste para Konya. 

El ser material de Rumi se había perdido de vista pero su ser espiritual estaba presente en los corazones y se iba a quedar allí. Comprendiendo muy bien esta verdad Rumi señaló: «Después de que fallezcamos, no busquéis nuestra tumbas en la Tierra. Nuestra tumba está en el corazón de los gnósticos».

Al bendito cuerpo de Rumi se le dio sepultura al lado de la tumba de su padre, Sultán al-Ulama. Pero está vivo como Sultan al-Arifin («el sultán de los gnósticos») y Sultanal-Ashiquin («el sultán de los enamorados de Dios») en cada hogar, en cada asamblea, en el corazón de cada uno. Rumi se había escondido de los ojos y se había quedado en los corazones. Todo el mundo, rico o pobre, organizó ceremonias sema según sus posibilidades. Una noche, en el palacio del Visir Muin al-Din Pervane, el sultán de los poetas y literato Bard al-Din Balji empezó a girar. Cuando estaba girando, sintió la presencia de Rumi tan poderosamente en su corazón que no pudo controlar sus lágrimas. Llorando y girando recito este cuarteto:

¡Oh nuestra alma, Oh nuestro sultán! No queda ojo que no haya
llorado con tu pena
No queda collar alguno que no se haya roto en pedazos con tu llanto.
Juro por tu luminoso rostro que en la faz de la Tierra,
Nadie mejor que tú marchó bajo tierra.

Konya lloró la muerte de Rumi durante cuarenta días. Durante cuarenta jornadas de luto, hubo siempre visitantes en la tumba de Rumi.

Quizás sea sorprendente para algunos comprobar que incluso hoy en día un gran número de personas visite o tumba de Rumi, a pesar de que su tumba se haya convertido en un museo y su entrada no sea gratuita. Cierto día Qadi Siraj al-Din visitó la tumba de Rumi. Recitó este cuarteto, estando de pie cerca de la tumba:

¡Oh querido Rumi! El día que la espina de la muerte penetró tu pie,
Desee que los Cielos golpeasen mi cabeza con la espada de la muerte
para que no viese el mundo sin ti.
Hoy estoy ante tu tierra bendita. Este soy yo, ¿no?
¡Qué pena, qué pena, tierra sobre mi cabeza! (48)

En otra ocasión, en aquellos días de duelo, un derviche recitó estas líneas sobre la
muerte de Rumi, haciendo llorar a todos aquellos a su alrededor:

¡Oh Tierra!, debido al dolor de mi corazón no puedo indicar qué tipo de perla te ha concedido hoy la muerte y qué clase de perla estás escondiendo. La trampa que ha estado en el corazón de todo el mundo está hoy atrapada. El querido ser que solía traer la simpatía y admiración de toda la gen-te está ahora durmiendo en tu regazo.

Tal y como Sipehsalar lo narra por escrito, después de que Rumi emigrase de este mundo mortal, siempre que alguien tuviera el corazón roto, se hallare colmado de un ardor apasionado y estuviera lleno de triste derramaría lágrimas y recitaría dísticos como estos:

Ese Sol de los corazones se ha puesto, y está escondido en la tierra.
¿Por qué debería derramar tierra en mi cabeza todo el tiempo?
Ese pájaro del manantial de la verdad ha volado desde las llanuras
mortales. ¿Por qué no debería llorar y lamentarme como las nubes de
primavera?

La luz que iluminó el Universo se consumió, derritió y terminó.
¿Por qué no debería mi día volverse noche de inmediato?

También en aquellos días sucedió otro acontecimiento que entristeció a la familia y amigos de Rumi, y les hizo llorar un poco más. El gato de Rumi no comió ni bebió nada tras su fallecimiento y sobrevivió únicamente siete días. La hija de Rumi, Malika Hatun envolvió el gato en un paño y lo enterró en los alrededores de la tumba de Rumi
derramando lágrimas. Cocinó un postre y lo distribuyó entre aquellos que amaban a Rumi. Asimismo Aflaki narra que, poco antes de que falleciese Rumi, este gato se acercó a Rumi y le maulló tristemente. Rumi sonrió e indicó a aquellos más cercanos a él: «¿Sabéis lo que dijo este gato?» Respondieron: «No», a lo que Rumi señaló: «Sin duda pronto marcharás a los Cielos, tu tierra natal. ¿Qué haré sin ti?».

Ya que Rumi era un santo completamente maduro en el camino de Muhammad, no le gustaba la ostentación y no estaba de acuerdo con los magníficos sepulcros que se construían encima de las tumbas. La capital del Imperio Selyúcida, Konya, había aceptado muchos santos. Pero hoy en día cuando la gente habla de sepulcros en Konya, el primero que nos viene a la mente es el sepulcro de Rumi bajo una gran cúpula verde.

Bajo esta cúpula yace no sólo Rumi sino también su padre Sultán al-Ulama, sus hijos, sus amigos Salah al-Din Zarqubi y Husam al-Din Çelebi, sus nietos y otros parientes de Rumi, en un número superior a cincuenta. Unos meses después del éxodo de Rumi al mundo de la eternidad, Amir Alam al-Din Kayseri, un prominente funcionario gubernamental en Konya empezó, con el consentimiento de Sultán Valad, la construcción del sepulcro que fascina a los visitantes por su material y magnífica espiritualidad. El sepulcro se construyó bajo la supervisión de un arquitecto, Badr al-Din de Tabriz, con la ayuda monetaria y el apoyo moral de Gürcü Hatun, la hija de Ala al-Din Josraw II y la esposa de Muin al-Din Pervane. Otro arquitecto, Abd al-Wahid, construyó el magnífico sarcófago de madera de nogal de 2'65 metros de altura que se considera una de las obras de arte del Imperio Selyúcida en madera tallada. Ese sarcófago se hallaba desde un principio en la tumba de Rumi pero más tarde se trasladó a la tumba de su padre, Sultán al-Ulama, por orden del sultán Süleyman «el Magnífico». Se construyó un sarcófago de mármol en las tumbas de Rumi y Sultán Valad. Esta obra maestra que es el sarcófago de madera cubierto con un encaje de tela de oro se construyó inicialmente para Rumi. ¿Por qué Süleyman «el Magnífico» lo reemplazó más tarde por uno de mármol? Süleyman «el Magnífico», que Dios lo acepte en su Paraíso, (49) era un admirador de Rumi como su padre, el sultán Yavuz Selim. Era un poeta y admirador de la poesía de Rumi. Con la intención de honrar al santo que amaba, reemplazó el sarcófago de madera de nogal por uno de mármol construido por el más famoso artesano de su tiempo. En esto se puede ver también una manifestación del poder espiritual de Rumi.

Rumi era un hombre santo al que no le gustaba aparentar en demasía y pensó que el
elevado y magnífico sarcófago que había sido emplazado en su tumba era más apropiado para la tumba de su padre, Sultán al-Ulama. El Sultán del Mundo, Süleyman «el Magnífico», llevó a cabo el deseo de Rumi sin saberlo. El sarcófago parece que se alza en pie cuando entramos en el sepulcro y los visitantes que lo observan creen que el padre de Rumi se ha puesto de pie y está mostrando respeto a su hijo. En realidad, todos aquellos enterrados allí se levantaban cuando Rumi llegaba.

Notas

39 Diván-i Kabir, vol.VII, Núm. 3172.
40 Diván-i Kabir, vol. V, Núm. 2573.
41 Diván-i Kabir, vol. III, Núm. 1353.
42 Diván-i Kabir, vol. II, Núm. 656.
43 Cuando Dios creó todos los espíritus humanos y les preguntó «¿No soy Yo vuestro
Señor?» y respondieron «Sí». (Véase «El Sagrado Corán», Sura al-A'raf , 7:172.)
44 Diván-i Kabir, vol. II, Núm. 972.
45 Diván-i Kabir, vol. IV, Núm. 2039.
46 Risale-i Sipehsalar, pág. 154.
47 Ibíd., pág. 156.
48 Ibíd., pág. 158.
49 Una frase en la tradición islámica utilizada cuando se hace referencia a un difunto.
http://www.webislam.com/?idt=20583

Fuente: www.svida.com


EL VIOLINISTA - POEMA DE MARTÍN BUBER

EL VIOLINISTA 

(Poema de despedida) 


Aquí, al borde del mundo 
acabo justamente de arraigar mi vida. 
Tras mí, en la esfera infinita 
todo calla; solo el Violinista sigue tocando. 
Enigmático, ya estoy contigo en alianza 
dispuesto a que tus tonos me indiquen 
en qué culpa he incurrido sin saberlo. 
Hazme sentir, revela a esta alma vigorosa, 
todas las heridas que he causado 
sin pensar, y sin perder mi halo, 
¡Hasta entonces Violinista sagrado, 
no te detengas!


Jerusalem, 1964




Martin Buber (Viena, 8 de febrero de 1878 - Jerusalén, 13 de junio de 1965) fue un filósofo y escritor judío austríaco/israelí. Es conocido por su filosofía de diálogo y por sus obras de carácter existencialista. Sionista cultural, anarquista filosófico, existencialista y partidario de "una tierra para dos pueblos" buscando el diálogo entre judíos y árabes en Palestina.
Martin (en hebreo: Mordechai) Buber nació el 8 de febrero en Viena en el seno de una familia de eruditos judía. Sus padres se divorciaron y no tuvo otra salida que pasar gran parte de su niñez en la casa de sus abuelos Salomon Buber y Adela Buber, situada en Leópolis (en la actualidad Ucrania). Buber era multilingüe: en su casa se hablaba yidis y alemán, en su infancia aprendió el francés y el hebreo, y en la escuela secundaria aprendió polaco.
En 1896, Buber se fue a estudiar a la Universidad de Viena, y en 1898 se unió al movimiento sionista, participando en diversos congresos. En 1899 asistió al Tercer Congreso Sionista, tomando influencias de Ahad Haam, y se fue a estudiar a Zúrich. Allí, Buber conoció a Paula Winkler, de Múnich, la que pronto se convertiría en su esposa, y dos años más tarde, tendría dos hijos: Rafael y Eva.
En 1901 empezó a editar una revista de clara tendencia sionista: "Die Welt" (El Mundo), pero a Theodor Herzl no le agradaban para nada las ideas políticas y sociales de Buber, por lo que éste tuvo que abandonar la revista.
En 1904, Buber se dedicó plenamente al estudio y a la escritura, y dio a conocer al público su tesis: Beiträge zur Geschichte des Individuationsproblems. Un par de años más tarde, tradujo una serie de textos y cuentos del autor Rebe Nachman de Breslov al alemán, y tuvo una buena aceptación.
En la época entre 1910 y 1914, Buber estudió y escribió sobre textos místicos. Durante la Primera Guerra Mundial, ayudó a establecer la Comisión Nacional Judía para mejorar la condición de los judíos que vivían en la Europa del Este. En 1916 fundó un periódico: Der Jude ("El Judío"), aquel mensual sólo duró hasta 1924.
En la época que transcurre desde 1923 hasta 1933, Buber fue un profesor reconocido en la Universidad de Francfort. También trabajó conjuntamente con Franz Rosenzweig para traducir la Biblia hebrea (Antiguo Testamento) al alemán. Entre los años 1926 y 1928 edita una publicación titulada Die Kreatur (La Criatura).
En 1933, después del ascenso de Hitler al poder, fundó la Oficina Central para la Educación Judía Adulta, que fue de mucha importancia y de gran ayuda después de la prohibición de asistencia de los judíos a las escuelas públicas, a pesar de que el partido nazi obstruyó todo lo posible esta organización.
En 1938 emigró a Jerusalén, donde enseñó filosofía social en la Universidad Hebrea de Jerusalén, llegando a ser jefe del Ihud, un movimiento que apoyaba la cooperación entre árabes y judíos. En 1946 publicó su trabajo Paths in Utopia, en el que detalló sus puntos de vista y, sobre todo, su teoría de la Comunidad de Diálogo.
En 1951 recibe el Premio Goethe de la Universidad de Hamburgo, y en 1953 es obsequiado con el Premio Paz de la Cámara del Libro alemana. En 1963 recibe el Premio Erasmus.

Filosofía: Yo-Tú

Ich und Du (Yo y Tú), escrito en 1923, es la obra de más éxito por su idea de la filosofía del diálogo. En su obra, el autor plasma las relaciones entre el Yo-Tú y Yo-Ello. El Yo-Tú detalla las relaciones entre el hombre y el mundo, describiéndolas como abiertas y de mutuo diálogo. En la relación Yo-Ello se debe interactuar necesariamente con el Yo-Tú. Pero éste no es el objetivo, el propósito principal es, sin embargo, la relación entre el hombre y la eterna fuente del mundo, representada por Dios. Buber apoya que la presencia de Dios puede encontrarse en la existencia diaria.

Comunicación interpersonal

El pensamiento de Buber constituye un aporte al amanecer de un nuevo humanismo. En contra de un mundo que se ha vuelto inhabitable para el hombre, Buber vio necesario resaltar los valores fundamentales de la vida humana y contribuyó a marcar claramente el origen y el destino de toda la existencia humana. La solidaridad, el respeto por el otro, la tolerancia, la no discriminación y el amor por el prójimo son aquellos valores indispensables que los seres humanos deben recuperar para alcanzar su destino: la comunión con Dios. Sólo el camino del amor y de la tolerancia, vivida en todos los ámbitos de la vida humana (en la familia y en las instituciones civiles) permitirá que el hombre se plenifique.
Esta visión de comunicación lleva implícita la noción de verdad. Esto quiere decir que, a partir del verdadero encuentro intersubjetivo, los seres vinculados en comunicación no deben mentirse con las palabras. En lo interpersonal hay verdad de encuentro y por ello debe haber manifestación –en los mensajes– de sinceridad. Buber indica una realidad que no ha sido suficientemente abordada por la filosofía clásica. Muestra un camino al iniciar un diálogo con el ser que fundamenta la comunicación interhumana. Estas experiencias de comunicación yo-tú son muy significativas para el que las vive; resultan difíciles de transmitir en palabras, sobre todo en su significado más profundo; marcan un sentido, una dirección en la vida, dan una claridad en el camino de cada uno y una vitalidad para seguirlo (Meca, 1984).
Las ideas de Buber ayudan a mirar de otro modo la enseñanza de los valores, ¿cómo pensar en impartir cualquier escala axiológica, si no fuera dialógicamente? El logos, sacramento de muy delicada administración, sólo se enseña en diálogo. Para el desarrollo de una axiología dialogada es necesaria la plena confianza en el maestro (Díaz, 2002). Sólo puede enseñar y formar quien inspira confianza. No obstante, los conflictos entre maestro y discípulo no son evitables, ni deben ser evitados por principio, pero en el momento en que se presentan han de servir para que el alumno vencido asimile la derrota y encuentre en el maestro la palabra de cariño necesaria. Si el vencido es el profesor, la humildad se impone, sin caer en el masoquismo que destruya la necesaria confianza del alumno. Siempre es necesario compromiso en la verdad de la persona.
Según Buber el deber llama al judío a conectarse con el mundo, el ser humano es el co-creador con Dios en componer el mundo.

EL JASIDISMO: LA CORRIENTE ORTODOXA Y MÍSTICA DE LA RELIGIÓN MOSAICA

Judaísmo jasídico

El jasidismo o hasidismo es una interpretación religiosa ortodoxa y mística dentro de la religión mosaica o judaísmo, que destaca por la minuciosidad de los mandamientos que la regulan.


Etimología y definición

La palabra jasid ("piadoso") es hebrea y deriva de la raíz חסד ("bondad" o "piedad"), que produce la palabra jasidut: חסידות, que significa "práctica de la piedad y la bondad".

El jasidismo o hasidismo es un movimiento religioso ortodoxo y místico dentro del judaísmo, y es parte del sector conocido como jaredí. Este tipo de judaísmo se divide en varios grupos dirigidos por un rabino al que se denomina admor (plural: admorim). Se dice que la palabra admor es resultado de las siglas de las palabras hebreas para: "jefe", "maestro" y "rabino".

Las principales características del jasidismo son:
  • la influencia de la Cábala,
  • la vida en comunidades insulares y tradicionales,
  • la observación estricta de la halajá o aplicación de los preceptos de la Toráh o ley judía, así como
  • el seguimiento de los dictámenes y recomendaciones del admor en todas las áreas de la vida.


La raíz hebrea .ח.ס.ד (j.s.d.) ya mencionada, da origen también a Jésed (igualmente: "bondad o piedad"), nombre de una de las diez Sefirot o "enumeraciones" cabalísticas que componen el diagrama conocido como Etz Jayim o Árbol de la Vida. En el esquema antropomórfico de la Anatomía sagrada, Jésed está representada por el brazo derecho y -como tal-, es uno de los nombres y atributos de Dios: "Bondad".

Historia

El movimiento surgió en la Europa oriental, específicamente en Bielorrusia y Ucrania, en el siglo XVIII. Fue fundado por el rabino Israel ben Eliezer conocido como el Baal Shemtov (1698–1760), también llamado el Ba'al Shem Tov (en hebreo, literalmente: "Señor del buen nombre").
A fines del siglo XVIII, el judaísmo europeo había sufrido crueles persecuciones con miles de víctimas. Esto volcó al pueblo al estudio del Talmud y la Halajá. Muchos judíos pensaron que la mayor parte de las expresiones de la vida judía se habían hecho demasiado académicas, alejándose así de la espiritualidad y la alegría.
El Ba'al Shem Tov produjo una verdadera revolución espiritual. Ésta ganó -al principio- a la mayor parte de sus adeptos entre los judíos más pobres, porque se oponía a una rígida práctica formal de la religión judía, y porque la comunidad estaba dirigida por los judíos más adinerados.
Esto produjo una fuerte oposición por parte de varios líderes judíos contemporáneos (mitnagdim = "opositores"). El más destacado fue el Gaón de Vilna, en Lituania, que condenó y excomulgó en masa a los judíos jasídicos. 
Más tarde -con el advenimiento de la Haskalá (nombre que se dio en el judaísmo al Iluminismo o Ilustración)-, ambas corrientes antagónicas se unieron ante el enemigo común.
En el siglo XIX y principios del siglo XX, el jasidismo llega a ser la más popular e importante rama de la ortodoxia judía, con varios millones de seguidores y decenas de grupos diferentes. 
Los principales centros jasídicos se encontraban en Polonia, Ucrania y Hungría. El grupo Agudat Israel fue fundado a fines del siglo XIX como órgano central del judaísmo jaredí, dirigido principalmente por los admorim de Gur (nombre hebreo de Polonia).
Algunos judíos jasídicos emigraron a la Tierra Santa formando grupos como Toldot Aharón, centrados en Jerusalén, y que llegarían a jugar un papel central dentro del judaísmo jaredí antisionista, incluyendo la Edah Haredit.
En la Shoáh (comúnmente conocida como Holocausto), la corriente jasídica sufrió muchísimo y casi desapareció. Algunos rabinos que sobrevivieron a la II Guerra Mundial, emigraron a Israel, Canadá, los Estados Unidos de América y la Europa Occidental, e iniciaron de nuevo sus comunidades.

Doctrina

El jasidismo produjo formulaciones sorprendentes y originales. Entre sus doctrinas centrales está la importancia del apego constante a Dios. Ya no era necesario ser un erudito para estar cerca de Dios, porque Dios siempre está presente en el corazón de las personas buenas que cumplen sus preceptos por amor a Él.
Algunas corrientes jasídicas desacreditan el sionismo como una herejía, se enfrentan activamente con el Estado israelí y todos los judíos que se identifiquen con él y se niegan a hablar neohebreo, usando en su lugar yidis. 
Esto se debe a que creen que la existencia del Estado de Israel impide la llegada del Mesías.
El centro de la comunidad era -como ya se ha dicho-, su líder espiritual, el admor, a quien se denominaba tzadik (heb. = "justo") cuando se trataba de un hombre santo y virtuoso que se constituía en un modelo de vida a seguir, un reflejo de Dios en la tierra, y a quien -en no pocos casos- se atribuían milagros. Actualmente se denomina "rebbe" en yidis a los rabinos jasídicos.

Literatura

El jasidismo generó un gran caudal de literatura religiosa con una visible influencia mística cabalistica. Entre este género se encuentran obras como Likuté Amarim Tania del rabino Schneur Zalman de Liadí, quien explica sistemáticamente los principios de la Cábala. 
Los libros Noam Elimelej, del Rabino Elimelej de Lizhensk, Kedushat Levi, el Rabino Levi Itsjac de Berditchev y Ohev Israel del Rabino Avraham Yehoshua Heshel de Apt son ejemplos de comentarios a la Toráh (o Pentateuco), de los primeros maestros jasídicos, y muestran una fuerte influencia mística. 
El libro Likuté Moharan del Rabino Najman de Breslav habla del sistema cabalístico formulado por este rabino, en el que se enfatiza la alegría como experiencia religiosa.

También son famosos los cuentos jasídicos que transmiten importantes enseñanzas de orden moral, ético y religioso. Gran parte de estos cuentos fueron recopilados y recreados libremente por Martin Buber (1878-1965).

Principales grupos: dinastías jasídicas

Este tipo de judaísmo se divide en varias dinastías jasídicas, dentro de las cuales encontramos a la de Breslev (Ucrania), Satmar (Rumania) y la de Jabad Lubavitch (Bielorusia), entre los más expandidos por el mundo entero. Antes de la II Guerra Mundial, el grupo más grande era el de Gur (Polonia) con alrededor de 250.000 miembros. También se destacan los Jasidim de Breslov, seguidores del Rabino Najman de Breslav.

Liturgia y costumbres relacionadas

La liturgia jasídica está basada, principalmente, en el rito ashkenazí, con muchas modificaciones místicas basadas en la Cábala, provenientes del rito sefaradí. 

A la liturgia jasídica se le denomina comúnmente Nusaj S'farad. Una variación de ésta -corregida por el Rabino Shneur Zalman de Liadi- es el Nusaj Ha-Ari, usada principalmente por el grupo Jabad Lubavitch, aunque no sólo por ellos.

Los varones de los diferentes grupos jasídicos acostumbran sumergirse en el baño ritual denominado mikvéh todos los días, por la mañana, antes de las plegarias matutinas. En la mayoría de las sectas jasídicas, los varones acuden a la sinagoga el viernes por la noche después de la cena para participar en la sobremesa del rabino denominada Tisch. Ahí se distribuye comida, se cantan y bailan melodías tradicionales y se escucha una plática (drasháh) del rabino.

Es común que la lengua principal hablada en casa sea el yiddish, y que la educación sea de un carácter predominantemente religioso.