jueves, 14 de mayo de 2015

JUANA DE ARCO EN LA HOGUERA

JUANA DE ARCO 
EN LA HOGUERA

Un recordatorio de la lucha y dignidad de la doncella de Orleans, Juana de Arco, condenada a morir en la hoguera, en uno de los tantos crímenes de la Iglesia Romana.

Hace 572 años, un 30 de mayo, ardía en un cadalso de Rouen una joven analfabeta, que escuchó voces del cielo, se armó como caballero y salvó la dignidad de Francia, animando a un soberano melifluo (Carlos VII), para después romper el sitio de Orléans con un ejército barato. 

Su fe pudo más que la poderosa arquería british que resultó humillada. Los ingleses con su regente Bedford (como ese que visitó las playas de Quilmes en 1806) rápidamente se pusieron de acuerdo con el obispo Cauchon (debió llamarse Cochon o Porcus, como lo denomina Honegger en la cantata 'Jeanne d'Arc au boucher'), acusando a Jeanne de bruja y herética. 

Traicionada en Compiegne, se lo sometió a infamante proceso inquisitorial presidido por el obispo cerdo y 75 implacables jueces, asesorados por teólogos de la Universidad de Paris y supervisados por la férrea disciplina británica, que exigía la condena de la imputada para descalificara como servidora del Diablo, en la creencia que- de ese modo- se afectaría su popularidad. 

Las impecables y rotundas respuestas de la procesada enardeció a sus fiscales, los que finalmente lograron el objetivo decidido 'ab initio'. El rey que le debía su corona Jeanne no hizo nada por salvarla. 

Por su parte la iglesia de Roma necesitó 437 años para revisar el proceso y finalmente beatificar a Jeanne, que de bruja pasó a santa y mártir. 

Por supuesto que para el pueblo francés la valiente pastorcita, fue considerada santa desde que la asesinaron. Una santa verdadera, no como esos pseudo nobles de pacotilla, verba insustancial y raudas finanzas, que en pocos años, doppo la morte, son consagrados santos de altar . ¡Qué lo parió!, diría Inodoro Pereyra.

FUENTE: ARGENPRESS. AUTORÍA: Horacio W. Bauer (02/06/2003)



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