miércoles, 13 de enero de 2016

ANGELEOLOGÍA - III PARTE - LA GUERRA ESPIRITUAL

ANGELEOLOGÍA
¿QUÉ ES LA GUERRA ESPIRITUAL?

Escribe el Donald Grey Barnhouse: «Satanás es la fuente principal del terrible problema de pecado que tiene el hombre». 
También habla acerca de la estrategia de seducción del diablo con el pecado, y dice que «él es el autor de la confusión y las mentiras» y que « ha hecho uno de sus mejores papeles de engaño al crear la perplejidad, incluso entre muchos cristianos, respecto a sus métodos de ataque». 
Luego añade : «Estos son triples. No sabemos cuál fue el primer estudioso de la Palabra de Dios que acuñó la expresión ‘el mundo, la carne y el demonio’. 
El uso más antiguo de esta división triple del terreno de ataque se encuentra en el Libro de oración común, en un ruego por un niño : "‘Concédele poder y fortaleza’, dice la misma, ‘para obtener la victoria y triunfar sobre el diablo, el mundo y la carne’".

La guerra espiritual, ¿cómo se puede definir?.

Pablo exhorta a Timoteo: “Pelea la buena batalla de la fe” (1 Timoteo 6:12). En el versículo anterior el apóstol manda seguir “la justicia, la fe, el amor, a paciencia y la mansedumbre”; de modo que el contexto de su exhortación es la lucha contra el pecado.
En 2 Timoteo 4:7 Pablo declara: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”. Aquí él afirma “ya estoy listo para ser sacrificado”. El contexto en este caso es la lucha por mantenerse en el ministerio.
En 1 Corintios 9:26,27 Pablo escribe: “de esta manera peleo...golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”. Otra vez el contexto es la lucha por mantenerse dentro del ministerio.
En Colosenses 1:29 Pablo afirma que está “luchando según la potencia de Él, la cual obra poderosamente en mí”. En el versículo anterior su preocupación es “presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”; de modo que el contexto es, nuevamente, el ministerio.
Nos costaría demasiado tiempo examinar toda referencia que Pablo hace a la guerra espiritual, pero creo que se puede afirmar que Pablo la interpretaba en primer lugar como una lucha contra el mundo y la carne. La posición de los demás escritores neotestamentarios es similar. En casi todos los libros del Nuevo Testamento hay referencias a las luchas contra los poderes satánicos, pero están en minoría en comparación con las muchísimas referencias a la lucha contra el mundo y la carne. Por eso aceptaremos la definición de la guerra espiritual como la lucha contra el mundo, la carne y el diablo, y en este orden.

A. La Carne

1. Cuando hablamos de nuestro enemigo llamado «carne» no nos referimos a la naturaleza humana, a la humanidad o a lo que recubre nuestros huesos.
2. Es esa capacidad espiritual perversa dentro de cada ser humano; desde que Adán pecó, todos los hombres nacen en un estado pecaminoso (Efesios 2:3).
3. El hombre está totalmente afectado por el pecado en su intelecto, emociones y voluntad (Romanos 3:10-18; Efesios 4:17-19). La carne es esa parte de la persona humana que está en rebelión contra Dios. 
4. La carne (sarx) se encuentra en Romanos 8:3-4 y Gálatas 5:16-19. 

Tiene varios títulos :

                                 a. « Pecado en la carne » (Romanos 8:3)
                                 b. « Nuestro viejo hombre » (Romanos 6:6 ; Efesios 4:22)
                                 c. « El pecado que mora en mí » (Romanos 7:17,20)
                                 d. « El mal que está presente en mí » (Romanos 7:21)
                                 e. « Otra ley en mis miembros » (Romanos 7:23)
                                 f. « La ley del pecado que está en mis miembros »  
                                (Romanos 7:23)
                                 g. « Con la carne a la ley del pecado » (Romanos 7:25)

5. En 7:11-25, Pablo presenta todos estos verbos en tiempo presente, en contraste con los verbos en tiempo aoristo en 7 :7-13. La indicación clara es que Pablo considera esto una fuerza continua dentro de su propia persona, una fuerza que sólo Cristo puede conquistar.
6. Algunos enseñan que el « viejo hombre » está « muerto » porque fue crucificado con Cristo (Romanos 6:6); y por « muerto » quieren decir quitado completamente por aniquilación.
7. Otros, en cambio, sostienen que alguna tendencia al pecado queda, pero que es nada más que una parte de nuestras capacidades y hábitos corporales.
8. Debemos responder a estas posiciones diciendo que « muerto » tal como se usa en el NT nunca significa aniquilación. Quiere decir separación y pérdida de funcionamiento normal.
9. Esto es así sea que se refiera a :
 a. Muerte espiritual, separación de Dios y la capacidad de funcionar con Dios (Efesios 2:1)
b. Muerte física, separación del espíritu del cuerpo (Santiago 2:26)
c. Muerte eterna, separación para siempre de los pecadores de Dios, la muerte segunda (Apocalipsis 20:14)
10. La muerte de la naturaleza pecadora, o carne, es un juicio legal que la incapacita de dominarnos de modo que es para nosotros posible no seguir actuando de la forma natural, como pecadores,como lo habíamos hecho antes.
11. La actividad egoísta de la carne se deja ver en que : 
a. Opera en el ámbito de la rebelión contra la ley de Dios (Romanos 7:21-25)
b. Intenta impedir la práctica de virtudes espirituales en la vida del creyente (Romanos 7:14-20)
c. La carne, trátese de una persona salvada o no, no puede agradar a Dios (Romanos 8:6-8) porque produce actos de autogratificación, sea su apariencia buena o mala.
d. En la lista de Gálatas 5:19-21, las primeras tres son autosatisfacción, las segundas dos se refieren a defección espiritual, y el resto a pecados sociales.
12. La carne también puede tener un uso satánico: 
a. La usa como herramienta para obtener control en nuestras vidas.
b. En el contexto de la necesidad de anular al viejo hombre, Pablo advierte que debemos tener cuidado de no dar lugar al diablo, literalmente, derecho o terreno práctico a la actividad de Satanás en nuestra vida.
c. Disponiéndonos voluntariamente a practicar los pecados de la carne, da ocasión para que Satanás entre en la vida del creyente.
d. Aunque toda pretensión legal del diablo contra nosotros fue cancelada en la cruz, el creyente voluntariamente indulgente en cuanto a los pecados carnales da al enemigo un lugar o un derecho contra sí, lo cual no tardará en explotar. 
Veamos la derrota de la carne:
13. Por Cristo. Romanos 6:1-10 dice que la carne fue derrotada legalmente en la cruz mediante nuestra cocrucifixión con Cristo. Porque fuimos bautizados en Cristo por el Espíritu Santo después de haber creído en Él, tomamos el lugar junto a Él en su muerte y en su resurrección. Este hecho juzgó legalmente la carne y quitó sus derechos a ejercer dominio en nuestras vidas constantemente.
14. Por los cristianos. Nuestra responsabilidad es usar esta verdad. Lo hacemos cuando: 
a. Reconocemos el hecho de la derrota de la naturaleza pecadora (Romanos 6:6)
b. Nos estimamos a nosotros mismos muertos al pecado pero vivos a Dios (6:11)
c. Rechazamos que el pecado nos gobierne (6:12) 
d. Renunciamos al control de nuestras vidas y lo entregamos a Dios, como vivos de entre losmuertos, y nuestros miembros a Dios para vivir en justicia (6:13). En esto tenemos la promesa que la gracia (y no la ley) nos capacitará para la victoria (6:14)
15. Dar a Dios el control de nuestras vidas es abrirnos para ser llenos del Espíritu Santo, lo cual es una orden a todos los creyentes (Efesios 5:18). Esto significa obedecer la Palabra de Dios (Colosenses 3:16).
16. Andar en el Espíritu (Gálatas 5:16) quiere decir depender de Él para tener el poder de vivir para Cristo y obedecer Su Palabra en sus detalles (Gálatas 5:25) no entristeciéndolo con pecados inconfesos (Efesios 4:30) o afligiéndolo al resistir su voluntad (1 Tesalonicenses 5:19).

¿Qué significa luchar contra la carne?

La influencia de la carne impide que el creyente siga su deseo renovado de cumplir con la ley de Dios (Romanos 7:22,23). Los instintos corporales de comer, beber, reproducirse y mantenerse vivo muy fácilmente se vuelven egoístas, de modo que empiezan a militar contra los intentos espirituales de negarse a sí mismos, tomar su cruz y seguir a Cristo. El mundo con sus insinuaciones y amenazas apela precisamente a estos instintos corporales a fin de hacernos carnales.
El primer paso en la guerra espiritual es aislar la carne de estas insinuaciones y amenazas mundanas. Por eso me parece que la lucha contra el mundo debe venir primero. 
Hay por lo menos cinco pasos que se pueden dar:

a. Huir de ciertas tentaciones (1 Timoteo 6:10,11 y 2 Timoteo 2:22). Un joven se quejó a su pastor de que no podía quitarse pensamientos lascivos. El pastor le preguntó si había algo que estimulaba tales ideas y el joven contestó que eran los avisos fuera de un cine por el cual tenía que pasar rumbo a su trabajo. El pastor le preguntó entonces si no había otro camino a su trabajo y el joven confesó que sí lo había. Cambiar la ruta de su trabajo le ayudó mucho a este joven.

b. Es importante llenar la mente de pensamientos edificantes (Filipenses 4:8) de modo que no haya tiempo ni campo para sugerencias del mundo (Efesios 5:11,12). Hay un dicho: “No se puede impedir a los pájaros volar por encima de nuestras cabezas, pero si podemos prevenir que hagan sus nidos en nuestros cabellos” (Martín Lutero).

c. Es necesario evitar la compañía repetida de personas divisionistas o contaminantes (Romanos 16:17,18; 1 Corintios 5:1 y 15:33). “Dime con quién andas y te diré quién eres”.

d. Es urgente establecer prioridades claras que formen hábitos en nuestra vida (Mateo 6:33 y Hechos 4:9).

e. A las autoridades que nos quieren desviar de la obediencia a Dios hay que contestar con respeto pero con firmeza. 

Estos pasos son buenos y ayudarán a disminuir la presión sobre nosotros, pero como aprendieron los monjes en la Edad Media, aislarse del mundo no ofrece ninguna garantía contra los apetitos de la carne. Las medidas que sirven contra el mundo no valen contra la carne. Ni los ricos religiosos (Hebreos 10:4), ni las reglas (Colosenses 2:21,23), ni los esfuerzos propios (Romanos 7:18-21) sirven para dominar la carne. Lo que tenemos que hacer es crucificarla (Gálatas 5:24). 
Pero, ¿cómo?. Pablo, basándose en las palabras de nuestro Señor en Juan 12:32,33 nos señaló el camino a seguir. Cristo no murió solo, porque ante los ojos de Dios toda la vieja humanidad fue crucificada con Él (Romanos 6:3-6; 2 Corintios 5:14 y Gálatas 6:14). Es en la medida en que descansemos en este hecho y permitamos que la vida resucitada de Cristo reine en nuestras vidas, que la victoria de Dios sobre nuestra carne se hará una realidad (Romanos 6:1-14 y 8:2-4).

B. El Mundo

1. La Biblia lo describe como un enemigo activo de Dios y del cristiano.
2. El título de Satanás « dios de este siglo » (2 Corintios 4:4) lo describe como el origen de una filosofía centrada en la criatura.
3. El término griego aion se refiere en sus diversos contextos a un espíritu del mundo que rechaza al verdadero Dios y establece una vida falsa y una religión sustituta con la criatura en el centro.
4. Para referirse también a mundo se usa otra palabra griega, kosmos. Este término describe un sistema ordenado del cual Satanás es el gobernante (Juan 12:31; 16:11).
5. Satanás gobierna una organización de hombres y ángeles caídos que están separados de Dios y son sus enemigos naturales. Este mundo es la contraparte falsa del gobierno y el Reino de Dios que incluye individuos y naciones.
6. Los hombres se mueven según el curso (aion) de este mundo (kosmos). Son gobernados por él y están esclavizados a él. 
7. Al participar de las características de su líder recibe el nombre de «este presente siglo malo ». Esta palabra para malo (poneros) es aplicada a Satanás por Cristo (Juan 17:15) y por Juan (1 Juan 5:19).
8. Esta palabra habla de una maldad perniciosa que no se contenta con ser sola sino que debe extender su influencia corrupta y malévola para envolver a otros.
9. Es el suelo en el cual los nacidos de nuevo son plantados, nutridos, alentados dentro y fuera del aire contaminado de criaturas corrompidas con sus ideales, normas y esperanzas.
10. Una expresión moderna de este espíritu del mundo es humanismo, en el cual el hombre es el centro y norma de todas las cosas.
11. En 1 Juan 2:16-17 es evidente que el mundo extiende la dinámica de la carne con el deseo de placeres, deseo de posesiones y deseo de reconocimiento, de entre los que sustentan la misma filosofía y sistema.
12. Satanás siempre quiso ser igual a Dios en control, no en carácter ; y su pecado provocó su expulsión con sus seguidores (Isaías 14:14-15).
13. Su filosofía rebelde se la vendió al hombre y ahora gobierna sobre todos los que han caído en el pecado. Por venganza y a través de múltiples medios promueve su concepto de vida centrada en la criatura.
14. Santiago habla de la sabiduría del mundo que alienta los « celos amargos y la contención » que lleva al hombre a « la arrogancia y a mentir contra la verdad » (Santiago 3:14-15).
15. Los gobernadores de este mundo, siguiendo la sabiduría de este mundo, crucificaron al Señor de la gloria (1 Corintios 2:4-8).
16. Jesús derrotó al mundo a través del juicio de la cruz (Juan 16:33). Por su cruz, juzgó al príncipe de este mundo (Juan 12:31; 16:11). Cuando el general es derrotado, lo es todo su ejército.
17. El poder de Satanás para controlar es limitado y su tiempo también. Cristo le ha quitado los cautivos y los guía a Él (Efesios 4:8). El juicio de Satanás es evidente mediante la muerte y resurrección de Cristo (Hebreos 2:14-15).
18. Aunque el mundo trata de derrotarnos apelando a nuestra carne, tentándonos con sus ofertas, avegonzando nuestra fe, y tratando de meternos en sus principios (Juan 15:18-19 ; Romanos 12:2) podemos derrotarlo con actitudes y acciones prácticas :
                        a. Podemos aceptar anticipadamente nuestra victoria por fe (1 Juan 5:4b).                                  
                                  b. Debemos andar a diario en victoria como con nuestro derecho de nacimiento. «Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo» (1 Juan 5:4). Conseguimos esto cuando decidimos no amar al mundo (1 Juan 2:15) y obedecer la Palabra de Dios, porque « sus mandamientos no son gravosos » (1 Juan 5:3). 

La actitud mundana dice que Dios es duro y que no deja que uno se exprese con libertad, pero nuestra fe sabe que Dios es bueno y generoso, y que nos guía a disfrutar gozosamente de prosperidad espiritual.

¿Qué significa luchar contra el mundo?

La influencia del mundo sobre el creyente se puede analizar bajo cuatro aspectos:
a. La seducción de lo que el apóstol Juan describe como “los deseos de los ojos” (1 Juan 2:16). Casi todos los avisos comerciales procuran explotar esos deseos.
b. “La vanagloria de la vida” (1 Juan 2:16), o sea el ansia por la fama y el reconocimiento de parte de nuestros semejantes, que conlleva el temor del “que dirán”.
c. Muchas de las actitudes que están en pugna con la verdad de Dios (Colosenses 2:20-23) y que influyen directa o indirectamente en nuestros pensamientos.
d. Las amenazas y la persecución de parte de las autoridades (Hechos 4:29).

C. Satanás y los demonios

1. Muchos creyentes reconocen nuestra guerra con la carne y el mundo; pero cuando se trata de la guerra directa con los demonios, lo consideran algo remoto e irreal.
2. Es significativo que Lucas pensara en la importancia de registrar once casos de confrontación con demonios en el libro de Hechos (5:3,16; 8:7,9; 13:6,11 ; 16:16-18; 19:12,13-17,19,24-36; 26:18). Los incluimos aquí con el entendimiento de que la actividad idolátrica es fortalecida por los demonios.
3. Tal como lo describe Lucas describe su acción general, involucra el rechazo del evangelio y la oposición a que sea difundido.
4. El resto del NT revela al menos dieciséis pasajes que tienen que ver específicamente con efectos satánicos o demoníacos sobre los creyentes. 
Veamos algunos:
a. Los demonios se oponen a que se reciba el evangelio que los cristianos difunden. Satanás los usa para que la gente no lo entienda (Lucas 8:12), para cegar las mentes de los incrédulos (2 Corintios 4:3-4), y para impedir el progreso de los obreros cristianos (1 Tesalonicenses 2:18).
b. Los demonios emprenden guerra directa contra los creyentes, descrita por Pablo como una lucha (Efesios 6:12). Los oponentes no son humanos sino seres espirituales.
c. Los demonios acusan y difaman en diversas maneras. Satanás difamó a Dios ante Eva. Acusa a los creyentes ante Dios (Apocalipsis 12:10), y pareciera que a través de la coraza de justicia provista en nuestra armadura, inserta en la mente del creyente
pensamientos acusadores (Efesios 6:14).
d. Los demonios siembran dudas acerca de la verdad de Dios, su bondad y su preocupación por nosotros y nuestro bienestar (Génesis 3:1-5). Esta parece ser la razón para el « escudo de la fe » (Efesios 6:16).
e. Los demonios promueven la rebelión y la defección (Génesis 3:1-5).
f. Los demonios tientan a cometer pecados específicos, tales como hipocresía y mentira (Hechos 5:3), sexo ilícito (1 Corintios 7:5), dedicación y búsqueda de valores mundanos (1Juan 2:15-16; 5:19), dependencia de la fortaleza y sabiduría humanas (1 Crónicas 21:1-8 ; Mateo 16:21-23), orgullo en asuntos espirituales (1 Timoteo 3:6) y
exceso de preocupación y desaliento (1 Pedro 5:6-10). 
g. Los demonios incitan a la persecución (Apocalipsis 2:10).
h. Los demoninos tratan de debilitar a la iglesia de Cristo usando falsos maestros (1 Timoteo 4:1-5), quienes se hacen pasar por « ángeles de luz » pero en realidad son mensajeros de Satanás (2 Corintios 11:13-15). Niegan que Cristo sea Dios-hombre (1 Juan 4:1-4), y tratan de arrastrar a estilos de vida falsos (Colosenses 2:18-23). También tratan de debilitar la iglesia metiendo falsos seguidores (Mateo 13:38-39). Estos obstruyen la obra del Cuerpo de Cristo y confunden su verdadera naturaleza y testimonio.
i. Los demonios promueven la división en la iglesia, al aprovechar diferencias de opinión muy serias. Pablo advierte acerca de la falta de perdón a un hermano que se arrepiente de veras. Esta, dijo, es una de sus "artimañas" (2 Corintios 2:10-11). Es obvio que Pablo conocía los métodos de Satanás pero los corintios no.
j. Los demonios se aprovechan de iras no resueltas y las transforma en amarguras. Se nos advierte a este respecto (Efesios 4:26-27). 
k. Los demonios tratarán de alejarnos de la devoción pura a Cristo (2 Corintios 11:3). Satanás odia a Cristo y no puede tolerar nuestra amor hacia Él.
l. Los demonios nos incitarán a situaciones comprometedoras y acciones que comprendan algún tipo de compañerismo (koinonia) con los demonios (1 Corintios10:20). Esto puede tener relación con ceremonias paganas o investigaciones de secretos de lo oculto.
m. Los demonios nos desalientan en la batalla, diciéndonos que somos débiles y perdedores. Esta parece ser la razón para el «yelmo de la salvación», al cual en 1 Tesalonicenses 5:8 se le denomina « la esperanza de la salvación ». Esto se refiere a esa esperanza o confianza en la liberación del Salvador del juicio y los efectos del
mal. Estamos en el lado vencedor y debemos mantener esto en mente.
5. Para enfrentarlos, aunque hablaremos de esto en detalle más adelante, consideremos :
a. Recibir la enseñanza escritural. Debemos enfrentar la realidad de la batalla y esperar oposición tal como vemos en la Biblia (Efesios 6:10- 12 ; 1 Pedro 4:12).
b. Recordar la perspectiva escritural. Recordemos que Satanás es limitado, una criatura controlada por Dios, y juzgado y destinado al fuego (Mateo 25:41; Colosenses 2:15). Dios usa las dificultades para hacernos más fuertes (Romanos 8:35-39).
c. Resistir a Satanás y a los demonios (Santiago 4:7). Debemos ponernos al lado de Dios y pararnos firmes en su verdad. Debemos ponernos toda la armadura de Dios (Efesios 6:12) y caminar en la verdad de Dios dependiendo de Cristo y del Espíritu Santo para que nos capaciten. Desarrollemos vidas cristianas fuertes no dependiendo de nuestros propios pensamientos, emociones o experiencia sino en la verdadera enseñanza de la Palabra de Dios.

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